Hoy os presento una tarta de contrastes. Por un lado, la textura suave y sedosa del fondant en las flores contrasta con el acabado no uniforme de la cobertura de crema de queso, como el de una pared de cal en la que se ven las paletadas. En cuanto al sabor, la canela sirve de puente entre la dulzura de la zanahoria y la acidez del queso.
Me gustan los contrastes. Sobre todo cuando conforman un buen maridaje.
La receta del bizcocho de zanahoria la tomé de la página Joy of baking aunque varié un poco las cantidades. Da para una tarta de 15 centímetros de diámetro y de unos 7 centímetros de altura.
INGREDIENTES
Bizcocho
- 175 g. de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 160 ml. de aceite de girasol
- 135 g. de azúcar
- 3 huevos medianos
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 200 g. de zanahoria rallada
- 150 g. de manzana rallada
- 50 g. de nueces picadas
Crema de queso
- 125 g. de mantequilla sin sal a punto de pomada (a temperatura ambiente)
- 375 g. de icing sugar o azúcar glass
- 1 cucharadita de pasta de vainilla (o extracto)
- 250 g. de queso cremoso bien frío
PREPARACIÓN
Bizcocho
- Precalentamos el horno a 150º, engrasamos el molde y cubrimos la base con un círculo de papel de hornear.
- Tamizamos la harina en un bol, le añadimos el bicarbonato, la sal y la canela y reservamos esta mezcla de ingredientes secos.
- Batimos el aceite con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que se integren.
- Añadimos los huevos de uno en uno batiendo hasta que se incorpore cada uno de ellos.
- Añadimos la zanahoria y manzana ralladas y mezclamos.
- Añadimos la mezcla de ingredientes secos y batimos hasta que la masa sea homogénea.
- Por último, incorporamos las nueces.
- Vertemos esta masa en el molde previamente engrasado y horneamos unos 50 minutos. Como siempre, esto depende del horno, así que haced la prueba del palillo cuando el bizcocho empiece a dorarse. En el momento en que salga limpio conviene sacarlo para que no quede seco, pero tampoco conviene abrir el horno muy a menudo para que no pierda temperatura y el bizcocho no se baje.
- Dejamos reposar el bizcocho unos 5-10 minutos, lo desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Cuando ya haya templado, retiramos el papel de la base.
Crema de queso
- Tamizamos el azúcar glass y lo batimos con la mantequilla a velocidad baja hasta que se integren. Seguimos batiendo a velocidad media hasta que quede una crema muy suave y blanquecina.
- Añadimos la vainilla y a continuación el queso, que ha de estar frío para que la crema adquiera una consistencia firme. Batimos unos minutos hasta que desaparezcan por completo los grumos y hayamos conseguido la consistencia deseada.
Una vez que el bizcocho esté frío, lo dividimos en 3 capas y lo rellenamos y cubrimos con la crema de queso con la ayuda de una espátula.
Es una tarta deliciosa, de esas que no te dejan indiferente en el primer bocado, y que después no puedes dejar de comer.
Y la canción que me apetece unir a esta entrada, no tiene nada que ver con ella (y mira que había encontrado una perfecta de Stereophonics titulada Carrot cake and wine). Simplemente la pongo porque me gusta mucho, tanto como esta tarta: Until I met you, de Paula Cole.
Besos,
Lore
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