Hoy os presento mi primera tarta con degradado de color de 203 corazones cortados y pegados uno a uno...En el mundo de la repostería, a este tipo de pasteles se les llama "ombre cakes" y supongo, que también os sonará el "ombre hair", que es lo mismo pero en términos de tinte de pelo.
Y yo me pregunto: si como supongo, esta moda procede del vocablo francés y éste significa "sombra", ¿por qué se ha utilizado "ombré" en vez de "dégradé"? No tiene ninguna importancia, pero son de estas preguntas tontas que una se hace...
Casi nunca puedo enseñaros fotos de los cortes de las tartas y sé que últimamente no os escribo ninguna receta (aunque lo haré en breve), pero me gusta aún así deciros de qué sabor eran, como para quitarle superficialidad al asunto y hacer honor al alimento. Esta era de bizcocho de limón relleno de ganaché de chocolate con leche.
La figura no es una figura al azar. Está hecha al detalle, con el vestido que llevaba la niña, el mismo peinado, intentando que los rasgos de su cara se pareciesen a los de Carmen...
Qué difícil es modelar personas, pero qué satisfacción produce ver la figura terminada. Y si se parecen, ya es el júbilo total!
Por cierto, he descubierto un nuevo material que me ha parecido fantástico y es con el que hice la cara, tronco y brazos de la niña. Se trata de Chocopan de la marca Credipaste. Hasta ahora, siempre había modelado con fondant mezclado con CMC o con pasta de goma. Lo que me ha encantado de este material, es que su textura cerosa permite corregir muchísimo mejor las formas antes de que endurezca, sin grietas, y como no queda tan mate como el fondant, la piel parece más natural. Tarda bastante en endurecer y hay que tenerlo en cuenta a la hora de apoyar las piezas para que no se aplanen o se achaten, sobre todo las más pesadas.
¡Feliz entrada de verano!
Besos,
Lore
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